jueves, 3 de enero de 2013

Pecados Sutiles- (atacando la ceguera espiritual)


Para aquellos que tenemos muchos años de cristianos o hemos estado toda nuestra vida en el cristianismo es muy fácil no ver nuestras propias fallas.

Creo que si hay algo en lo que Dios ha trabajado en mi vida son aquellos pecados que inconscientemente están pasando. Como por ejemplo: el orgullo, soberbia, envidia, egoísmo, mentira, calumnia, chisme, manipulación, resentimiento, prejuicios, y odio. Quiero resaltar que estos pecados pasan muchas veces inadvertidos.

POR ESO el Salmista David dijo :

  "Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón" Salmos 139:23

Son aquellos caminos perversos que no vemos en nosotros mismos. El salmista estaba muy consciente de que nuestro corazón se inclina hacia caminos pecaminosos naturalmente. Es tan sutil que sin darnos cuenta toman raíces profundas en nuestras vidas.

El pecado es una plaga que se desliza de nuestros pensamientos a nuestras palabras y a nuestras acciones.

Y continua en el siguiente verso el Salmista, el verso 24.

"Y ve si hay en mí camino de perversidad,Y guíame en el camino eterno."

El Salmista pudo haber pedido algo distinto como "prosperidad" o quizás "riquezas" pero el versículo 24 nos dice algo totalmente distinto.

Con esto vemos que David tiene una total y absoluta dependencia de Dios. Su mayor deseo es que el Señor  revele todo lo malo de el.

Cuantas veces nos encontramos orando a Dios pidiendo de todo, menos que nos muestre que es lo que hay de malo en nosotros. Por que no oramos para que Dios revise nuestros corazones y nos guíe por sus caminos. Esto es probablemente lo ultimo que se nos ocurre.

Pero  nuestro mayor deseo debe ser agradar a Dios. Muchas veces estamos mas pendientes de agradar a todos o aparentar tener todo perfecto. David anhelaba con todo su ser andar en sus caminos y para eso requería que el reconociera y expusiera todo lo malo que había en el.

Cuando el Espíritu Santo mora en nuestras vidas vamos a sentir la convicción y necesidad de reconocer y aceptar nuestra dependencia en Dios. De reconocer que somos pecadores. Creo que nos perdemos la bendición de ministrar a otros y dejar que Dios ministre a nuestra vidas si no reconocemos esta gran verdad. Pero muchas veces no pensamos que tenemos fallas o defectos.

Si hemos pasado mucho tiempo en el cristianismo y nos sentimos muy cómodos y pensamos que Dios ya no tiene mas que enseñarnos o mostrarnos. Tal vez hacemos alarde de todo lo que hemos hecho o hacemos en el ministerio dandonos toda la gloria a nosotros mismo.   Ya sabemos el ABC del cristianismo,  perdimos la cuenta de cuantas veces hemos leído toda la Biblia. Vamos todos los domingos a la iglesia y  creemos que somos "buena personas". O  nos creemos una víctima de todo lo malo que pasa a nuestro alrededor y nos pasamos diciendo "yo soy la princesita del rey", "la niña de sus ojos". Estos son hermosas verdades que no debemos perder de vista. Pero si las utilizamos para no ver la realidad de nosotros mismos entonces es una falacia.

“Si decimos que tenemos comunion con el y andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad” 1 Juan 1:6

Por que si somos la princesas de Dios mucho mas vamos a querer complacer al Rey de Reyes de nuestra vida. Por que si somos las niñas de Sus ojos mucho mas vamos querer complacer a nuestro Padre Celestial. La verdades duelen. Ouch!


Piensas: "Soy una buena persona" gran error.  Si tienes esa clase de pensamientos tienes que orar inmediatamente por que es entonces que sutilmente el pecado esta trabajando en tu vida. Lo se por que lo he vivido. Estamos dejando una puerta abierta al egoísmo, vanagloria, orgullo y todo lo malo que te puedes imaginar.  No es obvio al principio pero se va expandiendo dejando consecuencias como infelicidad, frustración, y enojo. Pero cuando pedimos que Dios nos examine y nos guíe en sus caminos. Esto nos lleva a vivir una vida plena, de gozo abundante. El Señor nos utiliza para bendecir a otros de maneras extraordinarias que no podríamos hacer de otra manera.

Si nosotros estamos viendo los pecados que hay en otros e ignoramos que nosotros también somos pecadores. Nos estamos cegando a la justificación que tenemos en Cristo Jesus. Nos volvemos unos religiosos, unos legalistas perdemos el verdadero enfoque de nuestra fe en Cristo y completamente inútiles para completar y hacer su obra.

Finalizo con esta pregunta: estás dejando que Dios examine tu vida?

© Carla Delgado Sparks

miércoles, 2 de enero de 2013

Dos Mil Trece


Espero que este año 2013 sea de muchísima bendición para cada uno de ustedes.

El dia 31 de Diciembre tengo la tradición de orar antes que toque el reloj la medianoche y entregar el año por venir a Dios. Planes, ideas,  y todos los objetivos. Esta tradición la empezó mi mamá. Siempre nos hacia orar antes de la medianoche.


Cada  año le digo a mi esposo para orar juntos mientras el reloj toca la medianoche. Para muchas de nosotros el nuevo año de alguna manera significa una oportunidad para comenzar de nuevo, tomar nuevos retos y desafíos, cumplir sueños, y mucho mas.


Pero este año quise incorporé algo nuevo.  Abrí mi Biblia y empece a leer el Salmo 91 en voz alta. Queria cerciorarme que no se me olvidara lo que Dios había prometido en mi vida. Las promesas que había yo acogido en mi corazón desde que tenía una tierna edad.


Este Salmo yo lo llegue a conocer por una profesora cuando estudiaba en una escuela cristiana. Y ella me invitó a una reunión de oración yo tenía 13 y empezó a orar por nosotros y mientras oraba también recitaba el Salmo 91 y me pareció tan profundo en mi vida. Desde entonces siempre trato de leerlo cuando oro.


Si hay algo que quiero quiero hacer cada día en el 2013 es confiar en Dios cada segundo de este año y del resto de mi vida.


Les comparto el Salmo 91:



Seguridad del que confía en el SEÑOR

91 El que habita al abrigo del Altísimo
        morará a la sombra del Omnipotente.
Diré yo al SEÑOR: Refugio mío y fortaleza mía,
        mi Dios, en quien confío.
Porque El te libra del lazo del cazador
        y de la pestilencia mortal.
Con sus plumas te cubre,
        y bajo sus alas hallas refugio;
        escudo y baluarte es su fidelidad.
No temerás el terror de la noche,
        ni la flecha que vuela de día,
ni la pestilencia que anda en tinieblas,
        ni la destrucción que hace estragos en medio del día.
Aunque caigan mil a tu lado
        y diez mil a tu diestra,
        a ti no se acercará.
Con tus ojos mirarás
        y verás la paga de los impíos.
Porque has puesto al SEÑOR, que es mi refugio,
        al Altísimo, por tu habitación.
10 No te sucederá ningún mal,
        ni plaga se acercará a tu morada.
11 Pues El dará órdenes a sus ángeles acerca de ti,
        para que te guarden en todos tus caminos.
12 En sus manos te llevarán,
        para que tu pie no tropiece en piedra.
13 Sobre el león y la cobra pisarás;
        hollarás al cachorro de león y a la serpiente.
14 Porque en mí ha puesto su amor, yo entonces lo libraré;
        lo exaltaré, porque ha conocido mi nombre.
15 Me invocará, y le responderé;
        yo estaré con él en la angustia;
        lo rescataré y lo honraré;
16 lo saciaré de larga vida,
        y le haré ver mi salvación.





© Carla Delgado Sparks