Querida Preocupación, no te molestes en buscarme.

Sentada en el escritorio, con la cabeza agachada, mis manos juntas, cerre mis ojos y dije: “Dios mío dame la paz de saber que tu tienes todo bajo control.” No habia nadie alrededor. El Servicio Dominical todavía no se había acabado asi que no había moros en la costa. Nadie podía ver la preocupacion que se avecinaba en mi rostro. 

Días anteriores había llamado al camión de los helados para que estuviera alrededor de las 11:15 am. Era domingo en la mañana habíamos promocionado el evento hasta no poder mas y pensaba todavía no estan aquí. Los niños estaban entusiasmados. Era una gran sorpresa y queríamos que todos disfrutaran de unos sabrosos helados. Habíamos planeado con anticipación cada detalle. 

El domingo en la mañana a las 11:30 am me siento en el escritorio y veo que hay un mesaje en el teléfono y era del camión de los helados. Me decían que se habían quedado atascados en el almacén esperando una carga de helados y no creían que iban a llegar a tiempo. 

Sentía que el corazón se me bajaba a los pies! Donde estaba la sorpresa ahora que los niños esperaban? Oh peor aun que pasaba si el camión de los helados llegaba después que el Servicio Dominical se acabara y todos se habían ido. Escuchaba que cantaban la canción final en el Servicio Dominical. Voy directo a mi infallable Dios y le comparto la ansiedad de mi preocupado corazón. Mientras  Dios una vez mas me llena casi al segundo de su inmesurable paz. 

Pensé, voy a llamarlos, y si están muy lejos de la iglesia, les digo que no se preocupen por que el Servicio Dominical ya esta por terminarse y lo mas probable es que en los próximos 15 minutos la gente se haya ido. Mientras tanto tenia la seguridad de que pase lo que pase es por que Dios ha si lo ha querido. Hago mi llamada a la Sra. del camión helados y me ella dice: “Hola Carla, estoy parqueando aquí afuera.”

Aaah una vez mientras descansaba en Dios las cosas se resolvian inmediatamente!

“echando toda vuestra ansiedad sobre El, porque El tiene cuidado de vosotros.” 1 Peter 5:7

© Carla Delgado Sparks