Oh! la familia de Dios. La Palabra de Dios dice que la iglesia es su novia. Cuanta bendición!!
Tuve la oportunidad de hablar con una chica del Ecuador, esta semana, y mientras conversábamos. Ella me contó de una situación por la que estaba pasando. Lo primero que le pregunte: Estas siendo parte de las actividades de la iglesia? Y ella me dijo que no. Ella se sentía muy avergonzada de su situación y había limitado su involucramiento en la iglesia para que nadie supiera, también por que ella pensaba que iban a decir las demás personas cuando se enteraran, y por ultimo no hay nadie que esta pasando lo mismo que ella.
No solo me di cuenta que ella cometía un catastrófico error pero me imaginaba cuantos hombres y mujeres pueden estar teniendo esa idea errónea de lo que la iglesia es y para que Dios la estableció.
Primero, Dios la crea como una fuente de koinonía entre hermanos y hermanos para orar unos por otros y edificarnos unos a los otros (1 Tesalonicenses 5:11) En la iglesia venimos todos juntos a adorar al Señor y escuchar de su palabra. Establecer relaciones con otros hermanos y hermanas en Cristo y por ultimo servirle con los diferentes dones y talentos que Dios nos da.
En la iglesia no debiera existir verguenza, ni temor de compartir las diferentes luchas y batalla que tenemos. Porque debe ser una oportunidad de acoger y fortalecernos en la fe junto con otros hermanos y hermanos. Por eso es tan importante involucrarse en los estudios bíblicos. Los estudios bíblicos son grandiosas oportunidades para compartir lo que Dios esta haciendo en nuestras vidas y nos esta mostrando, también para compartir peticiones de oración. No es un lugar para chismear o calumniar sino para disfrutar de esa misma experiencia que Jesus tuvo con sus discípulos.
Muchas veces es difícil alejarnos de aquel pecado que nos tiene encadenados. Y cuando nos aislamos simplemente se hace imposible renunciar. Si usted es mujer involucrese con mujeres en su iglesia y si es hombre involucrese en actividades y estudios bíblicos que interactuen otros hombres.
Si usted es un líder o un pastor recuerde que nuestro objetivo NO es que esa persona se vuelva como nosotros, sino que esta persona llegue a conocer y establecer una relación personal con Dios. Como en el caso de Juan Bautista la gente lo seguía primero a el por que hablaba del Mesías hasta que conocieron a Jesus y entonces la multitud fue tras Jesus. Nuestro objetivo es que la gente siga a Jesus.
En nuestras iglesias no debiera haber por ningún motivo rechazo o señalamientos de aquellos hermanos que estan débiles en la fe. Si Dios esta bendiciendonos y haciendo una gran obra en nuestra vida, Gloria a Dios! Pero que no nos volvamos como los fariseos cuando cuestionaron a Jesus por que El estaba con las prostitutas y los publicanos comiendo.
En la iglesia tenemos que acoger a esos hijos pródigos con amor y ayudarlos. Estoy hablando de aquellos que llegan a las puertas de la iglesia en busca de ayuda. No estoy hablando de aquellos que tratan de destruir la fe, valores y moral cristiana desde afuera. Por esos también tenemos que orar! Pero si hay alguien que esta o llega a nuestra iglesia es porque ha reconocido la necesidad que tiene de Cristo.
Asimismo hay muchas personas que llevan muchos años con el concepto erróneo de lo que la iglesia debe ser. Por ejemplo piensan: “en la iglesia si yo me visto bien agrado a Dios.” Pues no! Es equivocado! Nuestra vestimenta si tiene que ser con decencia y decoro (1 Timoteo 2:9-10). Pero NO debería ser el termómetro para medir nuestra espiritualidad. He conocido pastores y líderes apasionados por Jesus que van con el mismo jean y camiseta y lo opuesto tambien.
Ser la iglesia va mas allá de como vestirse o lo que hay que decir los domingos cuando vemos a un hermano o hemana en la iglesia. Es una cuestión del corazón para con Dios. La iglesia la represento yo diariamente en mi comunidad. De la manera que soy yo con las personas a mi alrededor en el trabajo, escuela, y los demás lugares que yo frencuento. La iglesia no es simplemente ir un domingo bien vestido y decir “hermano, Dios le bendiga”
Tenemos que tener cuidado y examinar constantemente nuestro corazón para no volvernos como los fariseos con esas ínfulas de muy justos. Se llenan de orgullo nuestros corazones de ver lo que Dios ha hecho en nuestra vidas y nos olvidamos de darle toda la gloria a Dios. Y un claro ejemplo es la oración del fariseo y el publicano. El fariseo se jactaba: “gracias Dios por que no soy como estos...” mientras que el publicano ni siquiera podía acercarse al altar de lo pecador que se sentía y oraba cabizbajo (Lucas 18:9-14). Y cual agrado mas a Dios? El publicano! Es esa actitud del corazón la que Dios quiere ver en nosotros!
Como iglesia uno de nuestros enfoques debe ser aquellos que estan enfermos en su vida espiritual!(Mateo 9:9-13) En la iglesia no debemos enfocarnos en la apariencias. Debemos ser auténticos en nuestros caminar con Dios y otros.
Si Dios lo ha ayudado a vencer una tentación o un batalla. Gloria a Dios! Comparta y regocijese con todos. Pero no caigamos en el error de creer que nos hemos vuelto el dedo de Dios. Siempre recordando que la iglesia es de Cristo. Nosotros le pertenecemos a Cristo.
Dios los bendiga!
© Carla Delgado Sparks
3 comentarios:
Gracias Carla por compartir esto, creo que Dios te envio a hablarme de este tema,Dios te bendiga cariños Maribel
Gracias Carla por compartir esto, creo que Dios te envio a hablarme de este tema,Dios te bendiga cariños Maribel
Maribel, que bueno que haya sido de gran bendición para tu vida!
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