Jueces
Vs. 18-25. La congregación consultó a Dios preguntándole qué tribu pelearía primero contra Benjamín, y Él les respondió que Judá. Así, por la mañana los de Israel atacaron, pero los de Benjamín les hicieron veintidós mil bajas. La congregación volvió a prepararse para combatir por segunda vez, porque había llorado y consultado a Dios la noche anterior y Él le había mandado hacerlo. Los de Benjamín les causaron otras dieciocho mil bajas.
Vs. 26-28. La congregación lloró nuevamente y esperó en la presencia de Dios, ayunó y ofreció holocaustos y ofrendas de paz. El Arca del Pacto se hallaba allí en Mizpa en esos días. Al preguntar a Dios si debían pelear otra vez más, la respuesta fue que continuaran, porque entonces sí les serían entregados los de Benjamín.
Pues a veces nos preguntamos por que hay guerras, abusos, maltratos y etc. La palabra de Dios declara la autoridad de Dios para hacer lo que a El le plazca. Pareciera injusto pero "NO" nuestra imperfección no nos deja ver el perfecto Dios que tenemos y sus claros y perfectos propósitos para la humanidad.
Mientras conversaba con mi esposo acerca de este capitulo. El me compartió algo muy interesante: Dios, probablemente, quería llevarse a esos hombres a su presencia y ya era la hora de ellos de partir. Sus vidas iban a causar mucho daño. Cualquiera fuera el motivo. La Biblia nos reafirma vez tras vez que Dios es SOBERANO.
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