Con mi esposo, por alguna razón después de casarme pensé que iba a ser "Por Siempre Feliz" pero la realidad es que no vivo en un cuento de hadas. Mi esposo sigue siendo mi principe encantador, pero la vida no todos los días es color de rosa. Es parte de ser humanos. Algo que mi esposo y yo hemos notado mientras mas tiempo de casado tenemos es que nos disfrutamos mas y también conocemos mejor nuestras imperfecciones. Estamos aprendiendo a lidiar con las mismas. Lo mejor de nuestro matrimonio es Jesús en el centro de nuestro núcleo familiar. Al final del día sabemos que queremos agradarle a Dios sobre todas las cosas.
Criar a mi hijos y atender a mi esposo son prioridades que yo decidí tener antes de casarme. Lo que no me imagine es el arduo trabajo que implicaba y la gran responsabilidad de ser esposa y madre. No es fácil!!! Me encuentro orando por sabiduría, gracia, gozo, paciencia, mansedumbre (y la lista sigue) TODO EL TIEMPO. Claro que seria mas fácil echar todo por la borda en los momentos difíciles. También seria mas fácil si solo me preocupara de mi; y mi esposo e hijos tomaran un segundo plano en mi vida. Pero Dios me dice que yo soy la ultima en la que debo de pensar. Otros son primero que yo y eso empieza con mi familia. Por supuesto que tengo sueños, anhelos, y muchas cosas que quisiera emprender pero en esta etapa de mi vida me tengo que recordar que la respuesta es un: "no por ahora, pero no para siempre".
Así que mis dias incluyen consolar mis pequeñitos cuando lloran, asegurarme que este sanos, mantener las golosinas lejos, ensenarles a vivir bien y una vida que agrade a Dios. Aunque no lo crean, esta ultima me hace examinar mis acciones muy seguido. Hay momentos en que realmente no se que hacer, solo orar por ellos. Disciplinarlos toma tiempo y esfuerzo de mi parte. No quiero que ellos sufran pero tampoco quiero que ellos sean malcriados. A veces veo los resultados inmediatos de la disciplina pero a veces toma tiempo.
Mi dias de escribir blog no son como antes por que estoy poniéndolos a dormir en las noches. Y generalmente queda uno que quiere desafiar las reglas de irse a dormir temprano. Mi vida diaria esta llena de lavar platos, barrer, limpiar, corregirlos, amarlos, bañarlos, darles de comer, lavar la ropa, barrer mas, tender camas, y criar a mi hijos. Todas son las cosas mas mundanales que puedan existir. No estoy al frente de una gran empresa o en una gran firma contable. Pero estoy invertiendo en mi hogar. No es lo "popular" or lo mas "chevere". Pero al final mi meta es que esta inversion que hago ahora, valga la pena en la vida de mis hijos en el futuro. Y eso (con mucha humildad me expreso) lo pongo en manos de Dios diariamente. Quiero que sean hombres de Dios y tenga vidas plenas y saludables.
Y esa es basicamente mi vida con cuatro hijos y un marido.
Tener amor es saber soportar; es ser bondadoso; es no tener envidia, ni ser presumido, ni orgulloso, ni grosero, ni egoísta; es no enojarse ni guardar rencor; es no alegrarse de las injusticias, sino de la verdad. Tener amor es sufrirlo todo, creerlo todo, esperarlo todo, soportarlo todo. 1 Corintios 13:4-7
Dios los bendiga,
Carla
© Carla Delgado Sparks